La madre de Mohammad lo espera a su llegada a casa. Foto: Pelu Vidal |
Texto: Mar Mato
Cuando Mohammad nació, su madre, lejos de recibir la simpatía del personal del hospital y de sus vecinos, sintió el dolor de "consejos" que le decían que "lo aislara, que lo dejara sólo en un cuarto". Mohammad había nacido con espina bífida y, por lo tanto, paraplejia.
"Me dijeron -explica la madre del joven- que tenía un problema en la columna, que sería parapléjico. Me quedé sorprendida cuando recibí consejos de la gente diciéndome que lo dejara en una habitación solo, que nadie del pueblo lo viese; pero rechacé todo eso porque hacerles caso tendría efectos psicológicos en él y en mí. Para evitar esto, lo introduje en la sociedad, lo metí en muchas actividades para evitar que fuese estigmatizado, lo llevé todos los días al colegio para que estudiase".
En la actualidad, Mohammad Ra´oof Abed cursa el tercer año de estudios universitarios en Trabajo Social.
Leer más en ... Sin barreras
Leer más en ... Sin barreras
No hay comentarios:
Publicar un comentario