Presentación

Las otras voces de Israel y Palestina Este blog nace de un proyecto entre y -dentro de Las otras voces de Israel y Palestina - con el fin de visibilizar el trabajo de organizaciones israelíes y palestinas para rematar el conflicto y conseguir igualdad de derechos. Explicar sólo estas iniciativas dejaría a alguien ajeno a la situación de Gaza y Cisjordania sin comprender el escenario. Por ello, esta bitácora incluye también historias personales de ambos lados con el fin de que el conocimiento entre todos mantenga fuerte el diálogo.

viernes, 29 de octubre de 2010

La vida a la sombra de un muro de ocho metros

Claire Anastas entre el muro construido por el Gobierno de Israel y su vivienda.
Foto: Pelu Vidal

Mar Mato/Jerusalem

A las afueras de Belén, en una esquina del muro levantado por el Gobierno israelí a pesar de la oposición y condena de la Organización de las Naciones Unidas, una casa de dos plantas con el número 223 resiste a la soledad y al calvario de una mole de ocho metros que le ha quitado la luz y la vida a sus habitantes.

Es de noche pero la familia de Claire Anastas accede a hablar de su problema. Están cansados de esperar, de que cada vez la situación empeore. Su casa, en la actualidad, ha perdido el jardín de antaño, tres de sus cuatro lados están delimitados por el muro israelí y varias cámaras de los militares israelíes apuntan a su actividad como familia cada día.

“Lo peor es que el muro nos aísla completamente en esta esquina. Hemos perdido a nuestros amigos, vecinos... nuestro trabajo”, lamenta Anastas, una mujer cristiana. Cuando se le pide que rememore los últimos años, la sombra en sus ojos relata que “primero, en el año 2000, los israelíes decidieron incluir esta área en su zona militar y nos bloquearon la calle”, que antes era un hervidero de turistas ya que coincide con la ruta a Tierra Santa. Vivimos en medio de los soldados durante mucho tiempo lo que significó cerrar nuestra vida: los clientes dejaron de venir. Teníamos un servicio de souvenirs y regalos para todas las religiones y para turistas. También teníamos un taller-tienda que perdimos”.

“Después, prosigue, decidieron colocar el muro. Mi marido perdió su trabajo como mecánico aquí. Tampoco permiten que vengan muchos extranjeros para que compren, y los necesitamos para sobrevivir".

Ante este calvario, sin embargo, la familia ha optado por quedarse en el lugar en vez de hacer la maleta. “Me prometí a mí misma y a mis hijos que nos quedaríamos aquí para darnos una última oportunidad con el fin de seguir trabajando. Aún tenemos esperanzas en Dios”, pronuncia desde la fortaleza de su alma, cansada de dar entrevistas a medios de todo el mundo, aparecer en National Geographic sin que haya cambiado su situación.

Su esperanza, ahora, reside en sus nuevos proyectos que se sumarán a su actual tienda y B&B. Su idea es crear una cafetería en los bajos de la casa donde tengan lugar actuaciones singulares dirigidas a peregrinos como, por ejemplo, espectáculo de la tradicional danza dabka. "Pero para llevar a cabo todo esto con la comunidad de trabajadores que nos rodea, necesitamos ayuda financiera o algún tipo de apoyo de asociaciones o entidades". Claire Anastas no tira la toalla.


Claire Anastas muestra el Belén que incluye un muro de quita y pon.
Foto: Pelu Vidal

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