Presentación

Las otras voces de Israel y Palestina Este blog nace de un proyecto entre y -dentro de Las otras voces de Israel y Palestina - con el fin de visibilizar el trabajo de organizaciones israelíes y palestinas para rematar el conflicto y conseguir igualdad de derechos. Explicar sólo estas iniciativas dejaría a alguien ajeno a la situación de Gaza y Cisjordania sin comprender el escenario. Por ello, esta bitácora incluye también historias personales de ambos lados con el fin de que el conocimiento entre todos mantenga fuerte el diálogo.

sábado, 23 de octubre de 2010

"Nos atacan, les da igual que haya niños"

Mar Mato- Nabi Saleh
Aún no son las doce del mediodía y varias patrullas israelíes esperan acontecimientos al borde de la carretera de acceso a la pequeña localidad de Nabi Saleh, en Cisjordania, Palestina. Un centenar de metros después, un grupo de niños sueña con bloquear la vía. Es viernes y toca manifestación semanal como en diferentes localidades palestinas dentro del movimiento de resistencia no violenta. Según le han comentado al equipo de Agareso, es una de las protestas más duras de la franja.

Mujeres y niños colocando una barricada para evitar el paso de los militares isreaelíes en el pueblo.
Foto: Pelu Vidal

Durante los últimos diez meses, la población palestina de esta árida localidad situada en una colina con vistas a otras colinas de tierra, se manifiesta cada viernes al remate del rezo en la mezquita para protestar contra los asentamientos judíos en la zona y reivindicar más derechos.

"Empezaron siendo 50 colonos judíos en los años setenta y ahora son unos 3.000; nosotros (los palestinos) rondamos los 500", explica Manall Tamimi, una vecina del pueblo de alegres ojos azules. "Tratan de robarnos la tierra y, por eso, realizamos esta manifestación. Los soldados israelíes han venido al pueblo para aplicar su represión (intentar evitar la protesta). Han herido hasta ahora a un centenar de gente, incluidas mujeres y niños. También han encarcelado a hombres y mujeres", añade. Uno de los casos que resalta, el de un joven de 16 años de edad, encerrado en prisión durante seis meses.

A pesar de las intervenciones del ejército, la comunidad local continúa con su manifestación cada semana. "Proseguimos -justifica- para mostrarle al mundo que esta es nuestra tierra y que tenemos todo el derecho a defenderla. No sólo se trata de tierra, sino de nuestras casas, nuestros hijos. Si no hacemos nada, cada vez nos cogerán más tierra, tendremos menos derechos". Como ejemplo, en su testimonio, explica que una casa palestina no recibe más de seis horas de agua a la semana; el ratio para un judío, se eleva a 24.

Sin embargo, seguir adelante con las protestas tiene un precio cada vez más caro. "Muchos niños han sufrido los efectos de las bombas de gas cuando los militares israelíes las tiran contra las casas. La mayor parte de las veces, les da igual que haya niños o no. Nosotros nos manifestamos de forma pacífica y ellos nos atacan. Por eso, convocamos una protesta para los niños antes de la de los adultos, para que no les disparen. Los pequeños quieren participar, les parece excitante".

Tras acabar estas palabras, una mujer saluda a Tamimi. Sus ojos verdes destacan, también resalta la máscara antigas que lleva colgada al cuello. Niños con la bandera de Fatah y Palestina comienzan frente a la mezquita la protesta. Los adultos continúan conversando y, transcurridos unos minutos, las noticias comienzan a llegar en árabe. Tamimi traduce: "Ya han comenzado a tirar las bombas de gas". Decenas de personas corren por un camino abajo que desemboca en la zona donde se sitúan los jeeps del ejército israelí. Se oyen las voces de los niños coreando "Nuestra unidad es lo mejor para combatirlos. No tenemos miedo. Todo depende de nuestra unidad".



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